1950 Oct 30 See you later, Heni, Until "a little later"

See you later, Heni, Until "a little later", to you even on the day that I die I will not be able to say "good-bye" because I know that wherever I am in this or any other world, we will always meet to discuss and... to love each other.


30 de octubre de 1950

Querido Heni:

Ya sé que tu eres un hombre que puede regalar fácilmente veinticinco dolares, después de todo, ningún trabajo te cuesta ganarlos, porque eso que haces en el muelle, es solamente un juego. Jugando así te rompieron los dientes; pero también a los jugadores de foot-ball les rompen los huesos y ellos lo hacen por gusto como tú.

Pero como yo sí trabajo y no por gusto, sé lo que doscientos quince pesos mexicanos (equivalente de 25 dólares) representan en horas de trabajo y de fatiga. Y eso que a mi ni me quiebran los dientes, ni trabajo en medio de la lluvia y el viento y la nieve, cargando todo un barco. Por eso, te devuelvo el dinero. Te lo devuelvo porque vas a necesitarlo mucho para tu viaje y aun para vivir en N/Y. donde la vida es ahora tan cara. Yo no puedo guardartelo, porque a la mejor lo necesito y cuando tu me lo pidas tal vez no lo tenga para dártelo.

Dile a Pete, que si gana con su invento la carretada de dinero que dices, antes de venir a la frontera en busca de minas y de tesoros perdidos, lea cuidadosamente "The Treasure of Sierra Madre" el "viejo" sabe algo de esas cosas y tal vez leyendo el libro Pete encuentre consejos sabios.

Cuando sané de mi grave enfermedad y pude empezar a caminar, el doctor ordenó que destruyeran todas las fotografías mías en las que apareciera trepando a un volcán, o bajando al crater o nadando. En fin, todas las que pudieran recordarme algo que ha quedado definitivamente fuera de mi alcance.

Ya sabes que aunque en el 95% de las cosas no estamos de acuerdo, te deseo todo éxito en tu nuevo proyecto.

Hasta luego, Heni, Hasta "lueguito", a tí ni el día que me muera te podré decir "adiós" porque sé que siempre en cualquier sitio de este o de otro mundo, nos encontraremos para discutir y… para querernos.

Esperanza




30 of October of 1950

Dear Heni:

I know that you are a man who can easily give away twenty-five dollars, after all, it costs you no work to earn them, because that thing you do on the pier, it's only a game. Playing like that broke your teeth; but foot-ball players also get their bones broken and they do it for the fun of it like you.

But since I do work and not for fun, I know what two hundred and fifteen Mexican pesos (equivalent to 25 dollars) represent in hours of work and fatigue. And I don't break my teeth, nor do I work in the rain and wind and snow, loading a whole ship. That's why I'm giving you your money back. I am giving it back to you because you will need it very much for your trip and even to live in N/Y. where life is now so expensive. I can't keep it for you, because I might need it and when you ask for it I might not have it to give it to you.

Tell Pete that if he earns the truckload of money you say with his invention, before coming to the border in search of mines and lost treasures, read carefully "The Treasure of Sierra Madre" the "old man" knows something of those things and maybe reading the book Pete will find wise advice.

When I was cured of my serious illness and could start walking, the doctor ordered to destroy all photographs of me climbing a volcano, or going down a crater or swimming. In short, all those that could remind me of something that is definitely out of my reach.

You know that although in 95% of the things we don't agree, I wish you all success in your new project.

See you later, Heni, Until "a little later", to you even on the day that I die I will not be able to say "good-bye" because I know that wherever I am in this or any other world, we will always meet to discuss and... to love each other.

Esperanza